Es interesante escuchar a
nuestros gobernantes cuando hablan de inversión, creación de empleos, subsidios
y otras palabras que no deberían de formar parte de su vocabulario. Si en mis
manos estuviera formular leyes, haría una que les prohibiera a todos los
políticos pronunciar dichas palabras sin su debido respeto, cuidado,
conocimiento de causa y admiración. “Prometo generar un millón de nuevos
empleos al año” dijo Fox en repetidas ocasiones durante su campaña, usurpando
así el papel de los empresarios, los cuales son los únicos creadores auténticos
de empleos.

                No hay cuentas serias al
respecto, pero seria muy útil saber cuantos empleos se pierden por cada uno que
“genera” el gobierno, es decir, la única forma que puede un gobierno generar
empleos es contratando burócratas, los cuales se pagan con los impuestos que
salen de los bolsillos de los empresarios y ciudadanos, recursos que pueden ser
utilizados en inversiones de infraestructura que ayuden y alienten a las
empresas a crear empleo. El gasto corriente, o sea el que dedica el gobierno
parcialmente en el pago de salarios y otros gastos ha ido en aumento año con
año.

                Es cómico también ver a la gente
exigirle más al gobierno, al parecer ignoran que cuando más le piden al
gobierno, éste más les quita vía impuestos para cumplir sus demandas, no hay
lonche gratis en este planeta. Tenemos que comprender en nuestra mentalidad de
contribuyente que el gobierno en ningún nivel de su estructura es un generador
de riqueza, éste solamente la reparte a conveniencia de sus gobernados cuando
bien nos va.

Es preocupante como el gobierno confunde con los datos que genera, por
ejemplo el de clasificar como “positivo” el aumento de la Inversión Extranjera
Directa. Muchos me tildaran de loco por esta presunción, especialmente los
burócratas que tanto cacarean este huevo. Lo anterior lo escribo basado en que
una gran parte de esa inversión extranjera no esta siendo destinada a crear
nuevas fuentes de trabajo sino a comprar las ya establecidas en México. El
gobierno hasta hoy no ha publicado cifras que indiquen cuanto de los recursos
que han entrado a nuestro país se ha destinado a crear nuevas empresas.

                México esta vendiendo sus
activos productivos al mundo entero y al mejor postor, al paso que vamos pronto
seremos un país de pocos ex empresarios ricos, muy ricos y muchos patrones
multinacionales. La generación de la riqueza la estamos dejando ir porque no
fuimos capaces de retenerla en nuestras manos.

                En este asunto no hay ni bondad
ni maldad, es un simple juego de mercado internacional donde todo, aún las
empresas tiene un precio. Lo curioso será ver el retorno de esos ex grandes
empresarios al ruedo de los negocios, ¿cuantas empresas creará Alfredo Harp ex
propietario de Banamex con los miles de millones de dólares que recibió por su
banco?.

                Veo con preocupación la falta de
cultura empresarial en nuestro medio, los viejos agro titanes que hicieron sus
negocios en base a las actividades primarias y los fueron multiplicando a otros
sectores de la economía están hoy algunos de ellos retirados y otros ya
fallecieron.

                Muchos de sus descendientes
venden hoy los activos productivos creados por sus abuelos y padres a empresas
nacionales o extranjeras, el afán de competir esta ya muy devaluado y prefieren
la comodidad de convertirse en casa-bolseros o inversionistas en busca de
mejores tasas.

                Que decir de la vieja noción de
creación de empleos, esto ya está también muy fuera de moda, la función social
de la empresa está en el olvido, su primordial y único fin es la creación de
riqueza y utilidades, aún si así nos llevamos a los empleados de por medio.

                Necesitamos recuperar el
espíritu empresarial, sacar la casta por las generaciones que vienen, pensar en
la empresa como una organización al servicio de la sociedad, que crea empleos
bien remunerados y satisfactorios para la comunidad, que no contamine a las
personas y al medio ambiente que nos rodea, que sea generadora de entrenamiento
y educación constante y que cierre el circulo con una utilidad que se derrame
en riqueza para sus propietarios, administradores y colaboradores.

                Este trabajo debe de comenzar en
las aulas universitarias, el ser empleados ya no debe de ser una prioridad de
los egresados sino en sus mentes debe de inculcárseles el valor de ser
empleadores y generadores de empresas altamente productivas y plenamente
humanas.

                Por el lado de los empresarios
que aún persisten en su labor, ya hay esfuerzos concretos de organizaciones
para enfocarlos mas hacia la formación social integral de su persona para que
puedan transmitirlo a sus colaboradores, tal es el caso de la Unión Social de
Empresarios Mexicanos, la cual por mas de veinte años ha estado cultivando esta
semilla en los empresarios a través de su Curso de Formación Social.

                En estos tiempos que se
avecinan, donde la globalización abrirá las puertas a la feroz competencia
internacional no debemos de cerrar nuestros ojos hacia ver de frente al reto de
competir y ponernos en igualdad de fuerzas. Los empresarios locales deberán de
apelar a su conciencia para seguir creando empleos.

*Apuntes hechos el 28 de octubre del 2002.