Tiger Woods ha sido el
primer deportista en entrar en la lista
de los milmillonarios
de Forbes (mil millones de dolares en activos), gran suceso, un hombre negro entra a la lista dominando el deporte
que ha sido el desgaste
físico, emocional
y económico de cientos
de miles de millonarios y otros tanto que
no lo son.

    Para
jugar golf se requiere
de mucho tiempo,
hectáreas y hectáreas
de verdes y bien
cuidados pastos,
algunos miles de pesos en equipo, un caddie
o alguien que te saque
platica y te guíe
en el juego y te de el bastón, un carrito
en los campos mas modernos
y por supuesto
dinero y tiempo
para jugarlo.

    A cambio el jugador
de golf presume que es un juego donde se relacionan
las personas, se cierran
negocios y se hacen
las mejores amistades.
Tiger Woods hizo todo
eso a la enésima
potencia.

    Comenzó desde joven a jugar y a
profesionalizarse con el Golf, teniendo en su haber 14 majors posicionándose detrás
del gran jugador blanco
Jack Nicklaus. Hijo de un negro y de una tailandesa el tremendo
Eldrick Woods comenzó
a jugar golf desde
los 2 años de edad.
Saltando a la fama
tras ganar tres abiertos
amateurs consecutivos antes de cumplir los 20
años y saltar así
al profesionalismo.

    Ha vivido su vida modestamente,
siempre con una sonrisa
en los labios,
ha sido patrocinado
por Guillete,
Nike, Tag Heuer y Gatorade. Se ha vuelto diseñador de campos de golf con un negocio de arquitectura,
diseño y construcción
de los mismos,
poniendo en todos
su firma. De los patrocinios y de sacarle provecho a su fama via otras empresas vendiendo su firma, su nombre, pero no su dignidad.

    La palabra clave es enfoque,
lejos de encandilarse
con los reflectores
de la fama, Woods ha sido enfocado en
su vida profesional, un profesional de lo que hace,
se aferra a la practica
hasta que logra
el golpe perfecto
y posicionar la pelota
donde el quiere.
Solo la vida lo ha sacado de enfoque, tras la muerte de su padre por
primera vez
no paso el corte
del US Open, que fue apenas un mes después
del fallecimiento.

    Casado con la modelo
sueca Elin Nordegren, hasta
su boda fue
secreta en una isla
de barbados lejos de los reflectores públicos.

    Mientras en México nos queremos
dedicar a erradicar
la pobreza con programas
populistas y en base a poner impuestos
en la riqueza de los
demás. Nos desgastamos
estudiando los
hábitos de consumo
de los pobres,
que les hace falta
y como viven.
Tenemos que aprender
a estudiar a las personas
que son ricas y millonarias
y que crean riqueza,
por lo menos
a gran escala y volumen
como lo hizo
Tiger Woods.

    Nada
sacaremos estudiando
y solapando la pobreza
con subsidios, lejos
de erradicarla la multiplicaremos.
Estudiemos mejor
las historias de éxito
y busquemos multiplicarlas
al por mayor.