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‘Antología’ Category

             

                 ¡Que hice Dios mío para
merecérmelo!, fue lo primero que se me vino a la mente al ver los resultados de
la encuesta sobre confianza publicados el pasado lunes en El Imparcial. Fuimos
mencionados en la lista entre los últimos lugares. Los empresarios estábamos
justo abajo de los gobernantes y arriba de los policías y abogados. Nos ganaban
los sacerdotes y los deportistas.

                Pensé hacia mis adentros
buscando un alivio temporal o una excusa, tal vez  influyó el caso de Enron o de WorldCom, a lo
mejor Carlos Cabal Peniche y sus multimillonarias fianzas, o la fastuosidad y
parafernalia excesiva con la que se llevaron a cabo los encuentros de los
empresarios en el APEC.

                Seguí con mis pensamientos
delirantes, exigiría una segunda vuelta ya que los empresarios merecíamos una
oportunidad más.  Hasta me imagine una
encuesta aplicada a  niños de sexto año
de primaria, donde les preguntasen que profesión quisieran ejercer de grandes,
les aseguro que la de político, policía y empresario estarían en primer lugar.
También puedo asegurar que a la pregunta del porque responderán : “porque son
los que hacen mas lana”.

                En mi mente el asunto se ponía
Maquiavélico, tal vez y la encuesta estaba sesgada y solo se cubrió a
trabajadores hartos de sus patrones. El típico que le preguntas lo que esta
haciendo y te contesta: “aquí trabajando, no hay de otra”. Gente que se
visualiza todavía con grilletes, cadenas y pesadas bolas de acero arrastrando
en sus pies y culpan de todas sus frustraciones a una sola persona: el
empresario.

                Verdaderamente ¿somos los
empresarios seres de poca monta en los cuales no se puede confiar?. Si nos
vamos a los hechos veremos que esto es lo mas lejano a la realidad. La
profesión de empresario es una de las mas envidiadas y buscadas por la gente,
todos en algún momento de su vida sueñan con su empresa. En contraparte es una
de las profesiones mas incomprendidas.

El empresario en la visión de muchos es todavía dueño del chicote y del
fuete. Cuando hay de por medio una exigencia de resultados a los trabajadores
se les tilda de “negreros”, cuando existe un don de administrar cuidadosamente
los recursos es un “judío” (sin ofensa de por medio). Y si algún empresario
osare en hacer fortuna rápida por medio de su inteligencia y sagacidad
multiplicadora de recursos, inmediatamente la gente murmura y levita la ceja
diciendo a su paso: “esta lavando dinero…”.

Me pongo a pensar en qué pudo causar esta opinión tan adversa a nuestra
profesión, si bien es cierto que en todas
partes se cuecen habas en Sonora últimamente el caldo ha estado muy
nutrido. Maquiladoras que cierran y no liquidan a sus empleados, empresas que
se venden al mejor postor y dejan a miles en el desempleo. Personas que lucran
con la explotación y se aprovechan de las necesidades de la gente pagándoles
muy por debajo de sus habilidades.

La moda imperante en el empresariado mexicano es la de vender los
activos productivos (negocios) para tener la liquidez necesaria (dinero) para
invertirlo en actividades mas productivas (ser millonario) como lo son cuentas
bancarias, acciones y bienes raíces.

                Todo
esto se puede resumir en una generalizada falta de cultura empresarial. Esta
cultura empresarial no se ha sembrado y por lo tanto no hemos levantado
cosechas en por lo menos una generación. Son pocos los garbanzos de a libra que
hoy están floreciendo en el medio empresarial sonorense. La falta de
solidaridad, asociación y permanencia del gremio empresarial están haciendo ya
mella en su rendición de cuentas hacia la sociedad, también la extinción de los
mejores lideres empresariales de nuestra comunidad nos esta dejando sin modelos
y patrones a seguir en el futuro.

                Necesitamos recuperar el
espíritu empresarial, sacar la casta por las generaciones que vienen, pensar en
la empresa como una organización al servicio de la sociedad, que crea empleos
bien remunerados y satisfactorios, que no contamine a las personas y al medio
ambiente que nos rodea, que sea generadora de entrenamiento y educación
constante y que cierre el circulo con una utilidad que se derrame en riqueza
para sus propietarios, administradores y colaboradores..

                A los empresarios también les
hace falta capacitación y educación, ya hay esfuerzos concretos de
organizaciones para enfocarlos más hacia la formación social integral de su
persona para que puedan transmitirlo a sus colaboradores, tal es el caso de la
Unión Social de Empresarios Mexicanos, la cual por más de veinte años ha estado
cultivando esta semilla en los empresarios a través de su Curso de Formación
Social.

                Debemos los empresarios sembrar
el espíritu de cultura empresarial en nuestra comunidad, así a través del
ejemplo debemos ganar de nuevo la confianza de nuestra sociedad a la que
servimos. Es necesario hacer esto para levantar la cara y así decir abiertamente
como un credo: “Soy empresario, creador de empleo y riqueza, de bienes,
servicios y consumibles…”.

*Artículo publicado en la sección editorial del periódico El Imparcial el Martes 29 de Octubre del 2002 en la sección De Frente.

               

https://www.almanaqueazul.org/images/cabajo/cangrejos/cangrejo_macho.jpg

            Estaban una vez en un barco pesquero
dos baldes, uno tapado y el otro destapado, dentro había cangrejos, un hombre
le pregunta al laborioso japonés pescador el porque estaba tapado uno de los
baldes, el le contesta: “en ese balde hay cangrejos japoneses, ellos van
subiéndose uno sobre otro hasta que alcanzan el borde del balde y llegan a
salirse todos”. El mismo hombre aún con más curiosidad insiste en preguntar
sobre el balde que no esta tapado, contestándole el japonés: “en ese balde hay
cangrejos mexicanos, no hay necesidad de taparlos, porque en cuanto uno quiere
subirse para salir libre, otro lo jala hacia abajo”.

            No quiero verme como un cangrejo
mexicano del cuento anterior, pero me veo presionado a hacerlo. Hace poco la
Secretaria de Hacienda y Crédito Público, perdonó los adeudos fiscales previos
a enero del 2002 a toda aquella persona que se dedique a la agricultura,
ganadería, pesca o a ser talamontes, así como a cualquier actividad relacionada
o conexa con las anteriores.

            El texto explicativo decía algo así:
“Con el objeto de fomentar y procurar una más rápida recuperación económica en
el sector primario, se ha considerado necesario implementar un esquema que
permita a los contribuyentes dedicados a tales actividades hacer frente a los
adeudos fiscales que han generado con anterioridad”.

            Las lecturas son obvias, pero lo que
esta detrás no lo es mucho. La lumbre le ha llegado a los aparejos al gobierno
ahora que el campo mexicano ha demostrado ser extremadamente vulnerable a la
competencia extranjera. El gobierno para calmar un poco los ánimos les da a los
afectados un “gran” alivio para sus penas y de paso se ve como el estado
benefactor “perdonavidas” que todos anhelamos.

            Pero lo mas drástico del asunto es
que todos aquellos que ya pagaron sus impuestos a tiempo no serán beneficiados
con la medida, es decir, no les regresaran la lana, lo caído… caído  exclama lolita. Así pues, una ves más, se
premia al evasor y se castiga al cumplidor.

            Pero dentro de todo lo malo siempre
hay cosas buenas, y es que al parece con lo declarado el gobierno ha demostrado
y explicado con su declaración lo siguiente: el perdonar y no cobrar impuestos
es una forma eficiente de hacer crecer la economía. ¡Eureka!, ¡Hasta que les
cayo el veinte!, ¡El gobierno ha descubierto el hilo negro y el agua tibia de
la economía y el libre mercado!.

            Hemos de esperar entonces que bajo
los principios de equidad que rigen nuestras leyes y a nuestra Nación se
promulguen ahora descuentos y exenciones de impuestos para todas las demás
ramas productivas aparte de las primarias. Para de esta forma ya salir de una
vez por todas del tercer mundo y llegar al primer mundo prometido por el
Presidente Vicente Fox.

            Lo anterior me hace pecar de optimista,
así que vámonos poniendo pesimistas, los cuales como bien dicen son optimistas
bien informados. Las dadivas del gobierno representan menos del 1 porciento de
la recaudación de los dos principales impuestos el IVA y el ISR. La recaudación
del ISR Agropecuario significó el 0.83 porciento en el periodo de Enero a
Septiembre del 2002, por otro lado el IVA Agropecuario tuvo un valor del 0.65
porciento del total.

            El gran favor de Hacienda solo va a
beneficiar a unos cuantos en el país, el pobre campesino, distinto al
agricultor que conste, el que ara la tierra con yunta de bueyes, el que siembra
su parcela de una o dos hectáreas,  el
que no vende nada,  ya que todo se lo
consume el mismo y su familia, ese no paga impuestos, por lo tanto no debe
impuestos, por lo cual nunca se vera beneficiado porque nada debe. Pero a el se
dirigirá la demagogia del gobierno actual, porque finalmente el será el
bendecido por sus decretos.

            En cambio el agro titán, el cual
estrena Suburban cada año, ese si se vera beneficiado, por lo menos con lo que
ya no pagó ya se completa para su nueva camioneta 2003, y de paso le devuelven
algo de IVA para equiparla con rines, llantas taconudas y estereo. Mientras en
su campo el campesino o jornalero vive en miserables condiciones, con su
miserable paga y con una precaria salud contaminada por pesticidas y
fertilizantes.

            Pero ese agricultor es el mas bueno
para llorar, cuando se viene sequía llora, cuando sube el diesel llora, cuando
sube la luz llora, cuando no hay jornalero llora, cuando el jornalero pide
llora, cuando viene el Presidente ¡llora más!. Y su llanto es eficaz porque
siempre lo cobijan y le dan.

El México de contrastes dista mucho de cambiar,
los mexicanos pensantes, como los cangrejos del balde, seguiremos jalando hacia
abajo iniciativas como estas mientras no sean equitativas y beneficien al total
de la población.

*Articulo publicado en la página editorial de el periódico El Imparcial el 8 de Enero del 2003.

   https://www.decorahoy.com/wp-content/uploads/2009/10/christmas-tree-white-room-htours1206-de.jpg

     El vestíbulo de aquella tienda se
veía hermoso, ángeles, esferas, musgo, estrellas, caramelos y listones dorados
colgaban del fastuoso árbol de Navidad. La encopetada señora miraba lelamente
el repollado árbol, su brillo contrastaba con el de las joyas que adornaban la
figura de la conocida dama de sociedad, esposa de u empresario de abolengo,
rica desde su cuna y proveniente de cepa fina.

    La dueña de la lujos atienda de
regalos se desvive e atenciones hacia la distinguida dama, “¿no gusta un café o
un refresco?, pregunta interesada la señora, “un café con crema por favor?,
contesta con la sonrisa cristalizada en sus labios. Pasan pocos minutos para
que le sirvan un café en tazas de porcelana con un filón de oro y estampadas de
flores azul cobalto.

    “El árbol fue confeccionado en
Phoenix, los ángeles con movimiento los trajimos de Saks en New York, los
listones son de San Antonio, y las esferas fueron traídas directamente de
Copenhague”, dice la señora levitando cejas, moviendo manos y acentuando
correctamente cada una de las ciudades origen.

    “Está divino, divino de verdad, es
una chulada de árbol”, expresa la dama no dejando de mirar ni por un instante
el juego de luces y colores que destellan y emanan del follaje. “¿Y cuesta..?”,
pregunta con cara de interrogación. “Sólo veintisiete mil pesos, una verdadera
ganga si lo comparas con el que está en la tienda Saks del Park Mall en
Tucson”. “Me lo llevo”. Con un rápido pero elegante movimiento de manos, la
elegante dama saca su chequera, firma el papel con figuras impresas como fondo
y lo extiende a la dueña de la tienda.

    Esa Navidad lución hermoso el árbol
en la espaciosa sala de una mansión de la colonia Del Pitic, sus anfitriones
recibieron la noche de Navidad brindando con champaña, vino blanco francés y
una copa de coñac. La cena fuer servida por los sirvientes, con sus humos y
envolvió todo el espacio con aromas dulces. El árbol dio frutos, bajo su manto
se extendieron numerosos regalos envueltos y enmoñados con papeles
multicolores. Todas sus luces brillaron con expectación, cumplió su misión, dar
felicidad, lujo, magnificencia y luz a esa Navidad de primera.

    Esa misma noche, en ese instante,
una humilde casa de la colonia Invasión María López, que se sostiene con cuatro
barrotes de apolillada madera, que cubre a sus habitantes con aceitados
cartones como paredes y techo, que se da calor con una lata de aceite como
improvisado brasero, ahí, una madre arrulló a su bebé, el joven padre de
familia brindo con una caguama en mano y la ofreció a sus amigos presentes, los
chamacos se revolcaron en el compactado piso de tierra jugando con un carro de
tres ruedas, esa Navidad no hubo cena, solo la compañía de los suyos. La luz de
una extensión multicolor que adornaba el changarro contiguo los iluminó toda la
noche.

    México, país de contrastes a todo lo
largo y ancho de su geografía, país de lujos y de miseria, país de ricos
extremos y pobres miserables, país donde pocos tienen en sus manos mucho y
muchos tienen en sus manos poco. País de ciegos, sordos y mudos, donde nunca
pasa nada y toda situación está muy bien y bajo control. México, país de
Pobres.

 

*Articulo
publicado el Viernes 27 de Diciembre de 1996. Sección Editorial del Periódico
El Imparcial.
Columna De Frente por Sergio Zaragoza Sicre.

 

La lista de Forbes y la de Porbes.

          Ricardo Salinas Pliego,
magnate millonario, proviene de una familia rica que en base a esfuerzos fundó
su fortuna en las tiendas Salinas y Rocha. Ricardo ha logrado traspasar la
barrera de las 500 hombres mas ricos de México para formar parte de la élite
mundial de los 500 hombres mas ricos del mundo, lista editada por la revista
norteamericana Forbes. Su emporio inició despegue definitivo al adquirir hace
algunos sexenios un paquete de medios de comunicación, donde se incluía la
concesión de dos canales de televisión de cobertura nacional, los cuales
rescató de la burocracia para convertirlos en competencia
verdadera a antiguos monopolios. Entre sus frases favoritas esta: “Los nichos
no me interesan, mi fuerte son las masas”. Así pues sus empresas son las
masificadas, tales como las televisoras populares, las tiendas de ahorro y
descuento masivo (pagos chiquitos, intereses inmensos), y los bancos populares
con cuentas de ahorro de poco interés, todo al alcance del pueblo mexicano.

          Doña Rosalba López, ama de casa, tiene 6 hijos dos de los
cuales están internados en el CERESO, dejó a su esposo hace ya casi seis años y
su sostén diario esta en ser “cundinera”. Doña Rosalba sale todos los días a
colectar sus cundidas y a entregar las que tocan, juegan desde quinientos hasta
dosmil pesos y sus principales clientas son las chicas que trabajan en
maquiladoras. Su pasatiempo favorito es ver al cuero de Javier Alatorre y luego
cambiarle al Ventaneando con la Chapoy. La televisión la esta pagando en abonos
a la tienda del rayo.

          Roberto González Barrera, empresario industrial mexicano
nacido a base del desarrollo de patentes y fórmulas especiales para procesar y
nixtamalizar el maíz así como también por subsidios gubernamentales y un voraz
apetito de monopolizar la venta de cada tortilla que consumimos los mexicanos.
Este hombre es muy conocido por los favores que ha prestado a diferentes
políticos de sexenios pasados, favores que claramente han posicionado a su
empresa muy por arriba de sus competidores. Su empresa principal MASECA es líder
mundial en producción de harina de maíz, la cual tiene la cualidad de ser una
harina lista para combinarse con agua y ponerse en el comal. Ingreso a la lista
Forbes hace algunos años y ha logrado mantenerse en su lugar a pesar de los
constantes embates que han sufrido los millonarios mexicanos que formaban parte
de la misma (antes veinte hoy solo cinco).

          Maricruz Buitimea, chica maquila, trabaja en una fabrica de
componentes electrónicos que esta a las afueras de la cuidad, su chamba es
meter unos alambritos en una maquina para que les ponga unas puntitas amarillas
(así les dicen para que no sepan que son conectores chapeados en oro). Maricruz
labora turnos de doce horas diarias por cuatro días seguidos, además cuando
tiene suerte puede trabajar los otros cuatro días  y así le pagan horas extras. Cuando bien le
va gana doscientos cincuenta a la semana, normalmente le pagan ciento setenta.
Le gusta su trabajo porque se la lleva sentada y en la refri, aparato que no
tiene en su humilde casa de cartón donde solo sufre calores. Deja a su pequeña
niña con su mama para que se la cuide, el otro chamaco anda siempre en la calle
ya sea vendiendo chicles o limpiando vidrios (consumiendo también mocochango o
resistol). Hay veces que no le alcanza para la leche de su niña, así que
prepara una formula especial de maseca con agua, la cual tiene bien gorda a su
bebé. Maricruz forma parte de la lista de Porbes desde su nacimiento.

          Lorenzo Zambrano, dueño de Cemex, empresa transnacional que
produce cemento para la construcción. Tiene plantas en España, Cuba, Costa Rica
y por supuesto una docena de ellas en nuestro país. Él es un habitante
permanente de la lista de Forbes. Últimamente ha sido un luchador tenaz de la
competencia desleal que le hacen los gringos al no dejar pasar sus productos
con consignas de dumping. Aun así no se acalambra y sigue adquiriendo empresas
por todo el mundo, en especial las cementeras. Sus productos sufren alzas
consecutivas debido a que estos siempre se encuentran “rezagados”. 

          Don Gustavo Ochoa, albañil (o pata blanca como gusta que le
digan), trabaja de sol a sol en esta capital sonorense, siempre y cuando haya
trabajo ya que últimamente las “obras” han estado muy escasas. Vive en la ex-invasión
de los olivos, formó junto con su familia un pequeño hogar el cual poco a poco
ha ido sustituyendo de cartón a ladrillo, de viga de madera a trabes de
concreto. Todos los sábados tiene tiempo para hacerle mejoras a su casa, bate
cemento barato caído de los furgones de Cemex y rejuntado por amigos suyos, el
cemento en saco solo lo ha comprado una vez y se quedó sin comer esa semana.
Los domingos se toma sus cinco cahuamas (aliases: cahuilas, kawazakis, caguas o
quelonios) y los lunes regularmente no asiste al trabajo debido a que anda
crudo (alias: cruz o cruel).

          México es país de contrastes, tenemos 5 multimillonarios de
nivel mundial, existen unos cuantos más que han creado un emporio emanado de
corruptelas y compras amañadas de empresas privadas y paraestatales, así como
otra docena que no cuenta para ésta lista ya que su fortuna no la hicieron
“legalmente”, entre los que se encuentran capos del narcotráfico, ex-políticos
y funcionarios públicos (“maestros” surgidos de la cultura del esfuerzo ajeno y
con frases ya famosas mundialmente como la de “un político pobre es un pobre
político”). Y finalmente algunos miles de empresarios que con el verdadero
esfuerzo, tenacidad y trabajo han hecho de sus empresas modelos a seguir,
verdaderos capitalistas que se parten la suya compitiendo e invirtiendo en
negocios aún con devaluaciones, especulaciones y demás artilugios micro y macro
económicos.

          México país de extremos, con muchos millones de pobres y
pocos ricos con muchos millones.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EL 25 DE JULIO DE 1997. EN LA SECCIÓN EDITORIAL DE FRENTE DEL PERIÓDICO EL IMPARCIAL.

Descargar LA LISTA DE FORBES

 

De colas y
rabos.

            Tengo que confesarlo ante usted, soy
uno de los pocos miles de mexicanos que paga impuestos. Para ponerlo sencillo,
pago impuesto sobre la renta, el cual grava los ingresos de mi actividad
productiva; impuesto al valor agregado, el cual grava al consumo de mi familia,
empresa y persona; impuesto a la seguridad social, el cual es religiosamente
pagado al IMSS; impuesto a la vivienda, el cual se eroga para el
INFONAVIT;  impuesto de crédito al
salario, el cual grava obviamente al esfuerzo del trabajador, impuestos
especiales como los de autos nuevos, 
importación, los aplicados a los alcoholes y tabacos así como a otros
artículos de lujo y  podría proseguir
aburriéndolo y acongojándolo ya que al parecer mi lista no tiene fin.

            Aun con estos pagos que se elaboran
religiosamente a tiempo y en la cantidad correcta, estoy sujeto a revisiones
frecuentes, auditorias, notificaciones y demás molestias por ser una persona
con actividad productiva que genera empleos y recursos para este país.

            Así como yo pago impuestos, hay
millones de personas en México que no los pagan y aun así exigen que el
gobierno les resuelva los problemas más elementales a los que están sujetos en
su existencia y subsistencia. En materia de impuestos no se aplica el refrán
popular “o todos  coludos o todos
rabones”.

No busco con este articulo segregar por
actividad social, ingresos, raza, credo o partido político, tal y como lo están
buscando hacer muchos legisladores. Los impuestos no deben de ser materia de
segregación.

Lo que si es un hecho, es de que a la hora de
las exigencias, todos lo hacen por parejo, paguen o no impuestos. Por lo
general la voz de la mayoría se impone y la minoría que actualmente somos los
contribuyentes no alcanzamos a ver muchas veces el fruto de nuestros impuestos,
generalmente otros que no pagaron deciden que hacer con ellos.

            El gobierno tiene una tarea difícil
al querer determinar una equidad tanto horizontal como vertical en su gravamen
impositivo. Al decir horizontal me refiero a que sean iguales entre sectores
productivos, al pedir verticalidad se busca que las tasas sean equivalentes en
distintos rangos de ingresos.

            Bajo estas premisas nacen distintas
preguntas, ¿Si yo gano o produzco dos veces lo que gana mi vecino, debo de
pagar el doble de impuestos?, ¿Si mi vecino gana igual que yo pero está en el
sector salud, restaurantero o de transporte y yo en el manufacturero, deberá el
pagar menos que yo debido a que esta en un sector de alimentos o social?.

La respuesta se encuentra en la equidad, todos
debemos de pagar impuestos y todos debemos pagar impuestos por igual. La
actividad manufacturera es tan noble y genera tantos empleos como la actividad
intelectual de un escritor la cual ayuda a la educación y formación del
pensamiento humano.

            La principal meta de los impuestos
es la de transferir recursos de un grupo de la sociedad a otro en formas que no
estorben y a su vez faciliten el logro de metas económicas. Estas
transferencias de recursos facilitan el poder de compra de los individuos y se
debe de buscar que estas transferencias causen el menor daño posible en materia
económica y social.

            En nuestro país desgraciadamente el
grueso de la población no esta acostumbrada a pagar impuestos, existe un
analfabetismo fiscal, la gente no sabe qué impuestos paga, porque los paga y
como se beneficia de ellos o con ellos. Así como pocos pagan impuestos, son
pocas las personas que exigen que se apliquen correcta y eficientemente. Con el
pago de impuestos por cada mexicano productor de bienes y servicios, se tendrá
a una persona consciente y exigente de sus derechos adquiridos por ese pago.

            Es conocido el lamento de siempre: “mis impuestos son para que los políticos se
los roben”, bajo este pretexto se escudan miles de mexicanos para no ejercer
una obligación fiscal. Esta situación debe de cambiar, todos los mexicanos que
gocen de la protección y los beneficios del estado en materia económica deberán
de pagar impuestos.

            Es hora de que a los que si pagamos
se nos haga justicia y se llegue a la tan anhelada equidad. A largo plazo entre
más personas paguen menor será la carga fiscal de todos los mexicanos, a partir
de este esquema todos remaremos el barco y se terminara la carga injusta que se
venía aplicando a unos cuantos.

            Los argumentos hacia una parte de la
reforma fiscal como lo es el IVA en alimentos y medicinas polariza este asunto,
aún así es una injusticia que se desgrave por igual al filete de salmón noruego
que al kilo de frijoles o a la medicina contra la calvicie o arrugas que al
medicamento contra el SIDA o cáncer.

            En la Francia pre-revolucionaria del
monarca Luis XIV, un ministro de finanzas llamado J.B. Colbert definió a las
políticas fiscales como “el arte de desplumar a un ganso hasta obtener la mayor
cantidad de plumas con la menor cantidad de graznidos”.

            En México estamos llenos de gansos
muy emplumados y escuchamos ya los graznidos del desplumadero, el gobierno
quiere engordar sus ya flacas almohadas con más plumas, por lo pronto estaré
seguro de que de mis plumas ya no se van a ocupar por un buen rato y las pocas
que arrancaran con la redistribución de impuestos causaran leves graznidos de
mi persona, la costumbre hace el habito.

Las cosas nunca cambian en nuestro pais.

Articulo publicado en El Imparcial el 12 de Abril de 2001. De colas y rabos.

   https://www.ikaroo.com/noticias_img/19092009_010407_reforma%20impuestos.jpg

El martes de la próxima semana se discutirá el paquete económico entre las discusiones más profundas está lo referente a los nuevos impuestos. Aunque con lo de nuevos no estoy diciendo nada nuevo, siempre se han discutido nuevas reformas, sin temor a equivocarme puedo decir que tenemos la ley de ingresos y egresos más parchada del mundo.

    Hace algunos años, el 24 de marzo de 1997 escribí para mi amigo Ricardo Valenzuela y su Non-Profit  Centro de Estudios Intermex un artículo sobre los impuestos. Años después el 12 de Abril del 2001 escribí para el periódico El Imparcial en la columna editorial De Frente el articulo De colas y rabos.

    Como parte de este blog comenzaré a retomar temas escritos con anterioridad bajo la sección Antología, y cuando tengan que ver con temas actuales los retomaremos en base a la congruencia que tiene que tener todo escritor, editorialista o dueño de pluma de ser apegado a sus palabras y pensamientos siempre.

    Hoy retomaré el artículo escrito en el 97, mañana publicaremos el artículo que esta en el link publicado arriba. Esperaremos al martes a ver el resultado de esta telenovela que son los impuestos en México.

*Artículo publicado el 24 de Marzo de 1997, en el ejemplar número 15 de la Carta Intermex.

IMPUESTOS: CRITERIOS Y REALIDADES.

          *Sergio J. Zaragoza S.

          Antes de comenzar este
artículo quisiera aclarar algo: No soy economista, ni banquero, ni funcionario público,
soy una persona que paga impuestos, tengo mi propia empresa la cual cada
trimestre tiene que hacer cheques a nombre de la tesorería de la federación,
tiene que pagar impuesto al valor agregado, impuesto al activo, impuesto sobre
la renta, impuesto de tenencia, impuesto predial, impuesto de crédito al
salario, impuesto de seguridad social (en manos de gobierno), impuesto sobre
autos nuevos, impuestos de importación, etc., etc., etc., la lista es larga y
no tengo porque aburrirlos con ella.

          Primero me gustaría
comenzar con la definición de impuesto:  imposición,
gravamen, fuerza coercitiva; lo impuesto no es voluntario, es afuerzas.  J.B. Colbert, ministro francés de finanzas de
la pre-revolucionaria monarquía de Luis XIV, resumió los impuestos de la
siguiente forma: “El arte de los impuestos consiste en desplumar un ganso hasta
obtener la mayor cantidad de plumas con la menor cantidad posible de
graznidos”.

          El senador Russell Long
(D.-La.) defino la política impositiva de la siguiente forma: “No pongas
impuestos en ti, no pongas impuestos en mi, aplícaselos al individuo detrás del
árbol” (traducción de: Don’t tax you, don’t tax me, tax that fellow behind the
three).

          Pero las definiciones más
convenientes no son en gran parte las de los políticos, sino las del pueblo,
sobre el cual recaen los impuestos: “Los impuestos son en su gran mayoría un
robo”, “El gobierno es el único individuo facultado con una licencia para robar
legalmente a través de los impuestos”, “Mi socio mayoritario es el gobierno”.

          La función principal de
los impuestos es la de proveer de recursos al gobierno para que este cumpla con
la cabal distribución de los mismos, ya sea para el pago de nominas de burócratas,
la prestación de servicios que normalmente no aplicaría la ciudadanía
(carreteras, escuelas, casas para el pobre, welfare) y la distribución de la
riqueza. Aún así el impuesto se ratifica como un pago involuntario para apoyar
la provisión colectiva de ciertos bienes y servicios, no un precio a pagar por
los mismos.

          Para la recabación de
impuestos debe de existir una política fiscal, la cual describen los
economistas George Break y Joseph Pechman: “La principal meta de la acción
fiscal es la de transferir recursos de un grupo de la sociedad a otro, en
formas que no estorben y a su vez faciliten el logro de otras metas económicas”.
Esta transferencias de recursos se simplifican con la transferencia de poder de
compra, ya sea dentro del sector privado o del sector público. La política
fiscal busca estos cambios con el menor daño posible en materia económica y
social.

          El entrar en criterios
para juzgar las tasas de impuestos, seria meterme en camisa de once varas (un
problema hasta para el gobierno). Pero el maestro de maestros en economía nos
da una lección en su libro Wealth of Nations (1776), donde Adam Smith propone
cuatro criterios estándar que deben de guiar los impuestos en una economía de
mercado:

          a) Los individuos de cada
estado (nación) deben de contribuir en el apoyo a sus gobiernos, en la manera más
cercana posible y en proporción a sus habilidades, esto, en proporción a sus
ingresos que cada uno de ellos disfrutan bajo la protección del estado.

          b)El impuesto que cada
individuo deberá de pagar, será exacto, no arbitrario. El tiempo para pagar, la
manera de pagar, la cantidad a pagar, estas deberán de ser claras y sencillas
para el contribuyente y para todas las personas.

          c) Cada impuesto debera
ser recolectado en la manera y en el tiempo que sea más conveniente para el
contribuyente.

          d) El impuesto deberá de
ser concebido de una manera que tome poco y mantenga poco fuera de las bolsas
de las personas, esto arriba y sobre lo que ingrese a la tesorería publica del
estado. Un impuesto podrá tomar más y mantener más, fuera de los bolsillos de
las personas  que de lo que ingresa a la tesorería
publica de las siguientes maneras:

                   i) El cobro del
mismo solicitará un gran numero de personas, cuyos salarios se “comerán” una
gran parte del producto de los impuestos, y cuyos prerequisitos pueden imponer
otro impuesto adicional a la gente.

                   ii) Podrá
obstruir en la industria y desilusionar al empresario de aplicar en ciertas
formas y maneras que puedan dar mantenimiento y empleo a grandes multitudes.

                   iii) Debido a los
castigos y penalidades que obtienen aquellos infortunados individuos que
incurren o atentan sin éxito el evadir impuestos, podrá llevarlos
frecuentemente a la ruina y quiebra y por ende poner un alto al crecimiento y beneficio
de la comunidad, beneficio que se hubiera obtenido con el uso de esos
capitales.

                   iv) Sujetando a
las personas y empresas a continuas y odiosas visitas de examinación y revisión
por parte de los recolectores de impuestos, esto podría exponerlos a problemas innecesarios,
vejación, y opresión: aún tomando en cuenta que la vejación no es estrictamente
hablando un gasto, es ciertamente equiparable a un gasto que cualquier hombre
quisiera evitar sobre si mismo.

          En resumen: equidad, eficiencia
en los efectos económicos, costo de recolección (costo al gobierno e impacto en
el contribuyente), y consecuencia en los ingresos.

          Así pues los gobiernos se
exponen a problemas sociales, económicos y políticos con las políticas fiscales
que ellos lleven a la práctica. Para ellos no es fácil determinar una equidad
tanto horizontal como vertical. Es decir horizontal para que se apliquen tasas
iguales en sectores iguales, como vertical para que se apliquen tasas
equivalentes en distintos rangos de ingresos. Nacen preguntas como la
siguiente, ¿si yo gano dos veces más que mi vecino, deberé pagar dos veces más
de impuestos que el?, o ¿si mi vecino gana igual que yo, pero esta en el sector
salud y yo en el manufacturero, paga los mismos impuestos que yo, o paga menos
debido a que está en un sector social?.

          Debido a la amplitud de
criterios y políticas fiscales, tenemos una gran variedad  de los mismos a niveles internacionales. En Arabia
Saudita y algunos países donde reinan jeques árabes y emires, los impuestos no
son conocidos, la gente puede poner empresas de distintos rangos, y sobre ellos
no pesarán impuestos, ni de importación, ni de operación.

          Países integrantes de la
OCDE, entre ellos Estados Unidos, Canadá y México, pagan distintas tasas de
impuestos, sólo para comparar: En Estados Unidos se paga aproximadamente un
16.5 porciento del total en impuesto sobre consumo de bienes y servicios, Canadá
paga un 27.4, y México alcanza un 30 porciento con su impuesto al valor
agregado.

          José López Portillo,
expresidente de México, dijo en una entrevista: “Si yo pudiera llegar a la
presidencia, aunque sea una semana, eliminaría el Impuesto al Valor Agregado
(IVA). El IVA causó que el gobierno mexicano cayera en una espiral
inflacionaria, yo fui el primer presidente que lo impuso y ese fue mi principal
fracaso, una verdad que me duele decirla”.

          Haciendo una reseña histórica,
el expresidente habló con la verdad, el fue el primer presidente en México en
aplicar un impuesto que grava por igual a toda la población, ricos y pobres, y
que no tiene equidad vertical, ni horizontal. Al aplicar tal impuesto, los
empresarios comenzaron a elevar los precios de sus productos, y se vino una inflación
que alcanzó y sobrepasó el 100%, le sobrevinieron devaluaciones y un caos económico
que cimbro la nación, provocando daños que duran hasta hoy.

          Hoy México es una nación
de impuestos elevados, un 35% en impuesto sobre la renta (ingresos), un 15% en
impuesto al valor agregado (consumo), un 2% en impuesto al activo (ahorro),
Seguro Social (impuesto galopante e incalculable), Infonavit (impuesto a
vivienda), SAR (ahorro para el retiro, impuesto al empleo). México es una nación
de muchos impuestos, los cuales desilusionan al empresario en establecer nuevas
empresas, incentivan la economía informal y por lo tanto la competencia
desleal, provocan la evasión de impuestos y por lo tanto campañas amargas,
amenazadoras e idiotas por parte del gobierno.

          México es un país de
impuestos, y aun así no ha salido del tercer mundo. ¿Donde están esos
impuestos?, ¿en carreteras de cuotas altas?, ¿en deuda publica estatal?, ¿en
devaluaciones?, ¿en campañas muy costosas de amenaza al contribuyente, ya sea
por televisión, radio o prensa?, ¿en la contratación de miles de auditores cada
año?.

          México es un país de
impuestos, y de ciudadanos que los desconocen, de ciudadanos que no protestaron
por un incremento del 50% en el IVA, de ciudadanos que no critican las políticas
fiscales de México, de ciudadanos que evaden al fisco porque es más fácil para
ellos pagar mordidas a los inspectores.

          La situación fiscal de mi país
tendrá que cambiar, ¿como?, enfrentando primero un reto político, cambiando a
los que hacen las leyes para que vean primero por la gente y después por sus
intereses personales, dejando el mercado libre para que los empresarios lo
hagan crecer. Es curioso leer constantemente en los periódicos, “El gobernador
tiene la meta de crear 25 mil empleos”, esa mentalidad debe de cambiar, el
gobierno no crea empleos, lo empleos los crean los empresarios, las industrias,
el comercio y los servicios, los burócratas son solo una carga fiscal más.

          Las políticas fiscales
cambiarán en mi país cuando ciudadanos comunes y corrientes entiendan los
impuestos, vean como se perjudican con ellos cuando estos son exagerados y
punitivos, cuando estos no se aplican parejo, cuando estos son robados, cuando
estos se destinan a pagar deudas externas que se generan por ineptitud de
gobiernos pasados y presentes. Habrá un cambio cuando se combata la corrupción
y el dinero le alcance mejor al gobierno, cuando se dejen de encarecer las
obras publicas con “mochadas” y prebendas, y se adelgace el aparato burocrático.

          Detrás de las políticas
fiscales y los impuestos radican muchas variables, actitudes y consecuencias.
Los impuestos deben de pagarse, en eso no hay duda, son parte del crecimiento
de una nación, pero estos deben de ser justos, deben de apegarse al mínimo y
enriquecedor criterio de Adam Smith, el cual pugnaba por un gobierno delgado y
una nación fuerte.

*Sergio
J. Zaragoza S., mexicano, 24 años de edad, Ingeniero Industrial y de Sistemas
egresado del Instituto Tecnológico de Monterrey, estudiante de la Maestría en Ingeniería
Industrial del mismo Instituto. Empresario en el ramo de la reconstrucción de
partes automotrices. Editorialista y escritor en varios periodicos y revistas de
circulación estatal y nacional.

Descargar IMPUESTOS CRITERIOS Y REALIDADES LA CARTA INTERMEX 24 MAR 1997